El doctor José Hernández siempre supo que deseaba trabajar en el campo de la salud y durante su recorrido por la universidad y escuela de medicina, descubrió que su pasión era el campo de la rehabilitación. El doctor Hernández, nacido y criado en Quebradillas, cursó sus estudios primarios y superiores en su pueblo natal. Luego, cursó estudios universitarios en Arecibo y culminó sus estudios de medicina en el Recinto de Ciencias Médicas de la Universidad de Puerto Rico.

Poco después de su graduación en el área de terapia física, el doctor Hernández abrió su oficina y comenzó a dar servicio a sus pacientes. Al principio, la oficina contaba con recursos limitados, pero gracias al tesón, visión y profesionalismo de su fundador, esa pequeña oficina se ha convertido en estos 27 años, en uno de los centros de servicio de rehabilitación más importantes de la Isla llamado Puerto Rico Prosthetics (PRP).

PRP ofrece una amplia gama de servicios de rehabilitación para los pacientes, en especial para los que han sufrido de alguna amputación. Ofrecen también servicios de prótesis y ortesis, desde la fabricación de estos equipos, hasta el proceso de rehabilitación del paciente. “Cualquier necesidad músculo esqueletal que tenga el paciente, nosotros lo atendemos y nos especializamos en piernas y brazos artificiales. Para un paciente que sufre una amputación por trauma, condición médica o congénita, el sentido de pérdida es amplio. No estamos trabajando solamente con el aspecto físico, sino que estamos trabajando para lograr, en el menor tiempo posible, que el paciente se rehabilite y sea completamente normal e independiente en sus actividades del diario vivir”, explicó el doctor Hernández.

En PRP, el personal está altamente capacitado para atender con precisión y sensibilidad a los pacientes que van en busca de ayuda en alguna de las dos oficinas ubicadas en Manatí y San Juan. Desde la secretaria que recibe a los pacientes, cirujanos, terapistas y personal que trabaja en el laboratorio de fabricación del equipo, están calificados para tratar una amplia variedad de casos.

Para el doctor Hernández, los aspectos más importantes para el desarrollo de su negocio fueron la preparación y excelencia, tanto propia como de su personal. Además, la estabilidad económica y el poder adquisitivo para poder cumplir con su meta de expansión y optimización de los servicios. “Los productos son costosos y hay que tener la capacidad económica para mostrarle a los pacientes opciones adicionales”, comenta el doctor.

Desde hace unos diez años, PRP se embarcó en un proceso de reorganización y desarrollo, en el cual Oriental Bank tuvo un papel muy importante y se convirtió en su socio de negocio. “Oriental entra en el proceso de reorganización. Necesitábamos identificar una propiedad que se adaptara a personas que vienen con problemas de movilidad y que tuviera espacio para la manufactura industrial, cerca de hospitales. El banco evaluó el área y nos proveyó el financiamiento para el local, modificaciones al edificio y compra de equipo para comenzar el proceso de expansión. El plan de negocio se estableció desde ese momento y Oriental nos ayudó”, rememora el doctor Hernández.

PRP tuvo que embarcarse en una reevaluación de su proceso de manufactura de prótesis, ensamblaje y logística del servicio para lograr que sus productos fueran de la mejor calidad y al menor costo. “Viajamos para buscar la mejor tecnología robótica disponible. En Alemania conseguimos un robot, que se llama Víctor, que va a fabricar la parte de la prótesis que entra en contacto directo con el paciente. Esta pieza, que nos tomaba uno o dos días en fabricar, Víctor la va a poder fabricar en 7 a 15 minutos, con alta precisión y definición extraordinaria, que me va a garantizar una prótesis cómoda para el paciente. El diseño de la prótesis se obtiene mediante un “scanner” que capta la imagen y la pasa a un “software” que hace un diseño digital y se lo envía Víctor, el cual una vez se le coloca la materia prima, fabrica la pieza y luego ensamblamos el resto de la prótesis”, explicó el doctor Hernández.

Según el doctor, él vislumbra el futuro de PRP enfocado en dos áreas principales: en la capacitación de nuevos profesionales y expandir las oficinas a través de Puerto Rico para beneficio del paciente. En una tercera etapa vislumbra exportar los productos que manufacturan alrededor del mundo. Para el doctor Hernández, la clave para tener un negocio exitoso estriba en tener una idea clara de lo que el empresario desea hacer, saber que la necesidad de ese servicio o producto existe, preparar un plan de negocio claro, tener estabilidad económica, tener un equipo de trabajo capacitado y tener un socio de negocio como Oriental Bank.

“La economía de este país tiene que seguir creciendo. Este 100 x 35 da mucho, hay mucha gente capaz. Sí se puede identificar una necesidad; sí se puede buscar un socio de negocio o banco aliado; sí se puede establecer un proyecto con una calidad y un producto de primera y sí se puede lograr esto aquí en Puerto Rico”, concluyó el doctor Hernández.